Hace tres semanas atrás visité el Salvation Army más cercano y me encontré con la sorpresa del siglo: una carpa llena de cajas conteniendo libros. Más aún cuando estaban vendiendolos en paquetes de diez por un dólar, una excelente manera de crear tu propia bliblioteca referencial sin gastos excesivos. Mientras me aventuraba en explorar las cajas de textos escolares, revistas y tomos, me puse a pensar sobre el final de la era del libro impreso.
Como sabemos, la fiebre de los e-books y sus lectores, con la capacidad de almacenar todo un anaquel completo en la palma de la mano, está en su apogeo, dándole un aviso de muerte al libro tradicional. La pregunta es, ¿cuánto tiempo le queda a texto en papel? ¿Se hará una transición directa, o una co-existencia híbrida?
Curt Hopkins ha escrito un artículo (para Ars Technica) que muestra con pruebas la posición y el destino del libro impreso en la educación moderna, llamándolo persistente y terco, evitando declarar al e-book como el próximo paso de la lectura por un tiempo. Leanse hasta los comentarios.
Todo se ha movido exitosamente al mundo en línea: desde la guía telefónica hasta la enciclopedia. Pero la terquedad del libro impreso siempre estará presente, ya que siempre existirán piezas literarias que probablemente nunca se volverán a imprimir o transferir digitalmente. Éstas joyas son las razones para decir que será dificil la desaparición del libro impreso. Les dejo la imagen como muestra, el tesoro más grande que me llevé del botín de aquel día de abril.
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